sábado, 4 de julio de 2015

Bartolomeo Jay Simpson Bouvier




Bart es decididamente el más rebelde y travieso de la familia. Es un muchacho simpático y también muy travieso, que hace muchas bromas con su mejor amigo Milhouse. Es desobediente y hace todo lo que le pasa por la cabeza.




Marge se quedó embarazada de Bart cuando salía con Homer y aún era soltera, aun no estaban casados.
Bart, al nacer, resultó ser un niño muy inquieto y juguetón, su primera travesura la realizó justo después de nacer, quemándole la corbata a Homer con un mechero. Pronto desarrolló hiperactividad y mantuvo excesivamente ocupados y estresados a sus padres. Tanto fue así, que exigía que sus padres estuvieran constantemente pendiente de él, haciendo que a la larga estos dejaran de lado a Lisa.
Durante tiempo Bart tuvo celos por su hermana; debido a que sus padres le prestaban más atención que a la recién nacida y llegando a creer  que sus padres querían más a Lisa que a él. Bart intentó en varias ocasiones librarse de Lisa sin éxito o hacerla más desagradable a la vista, cosa que acababa con su pertinente castigo, hasta que llegó a plantearse huir de casa. Pero la primera palabra de Lisa, su nombre, lo retuvo en casa y desde entonces empezó a protegerla




Durante sus años de guardería, Bart sacaba buenas notas, sin embargo a medida que pasó el tiempo sus notas fueron empeorando progresivamente debido a su falta de atención y al gen Simpson, que afecta a los varones Simpson haciéndolos tontos e inútiles.
En su tiempo libre le gusta pasarse por la tienda de cómics y coleccionar historietas de “El Hombre Radiactivo”, su superhéroe preferido. Su programa preferido es El Show de Krusty el payaso. Así que también es un gran consumidor de los productos derivados de sus programas preferidos, e incluso duerme en un cuarto lleno de productos del payaso.
En su vida hogareña también dedica tiempo a sus familiares realizando alguna salida con ellos, escuchando las historias de sus padres o participando en actividades domésticas, aunque se aburre soberanamente, excepto cuando hacen algo que le gusta.


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